“No en vano la Providencia a colocado el pueblo qe
Estais encargado de dirijir, a la falda pendiente de una
montaña cuyo pie baña el océano. Estos accidentes
sobre los qe pasa inapercibido el ojo del vulgo, marcan
de ordinario el destino de las naciones, i en ellos se
encierra el secreto de su porvenir. La Divinidad no abla
en nuestros dias como lo izo en otro tiempo sobre el
monte Sinai para dar sus leyes al pueblo escojido i encaminarlo
a la tierra de promision. Empero, ella tiene
siempre el lenguaje elocuente de sus obras, i a dejado
el cuidado de interpretar por ellas sus altos designios,
a aquellos qe elije para elevarlos a1 puesto augusto
en qe V.E. se encuentra constituido.
Las naciones, E.S., no existen sobre la tierra como
granos de arena desparramado al acaso. La Providencia
a regulado desde el principio su nacimiento,
su marcha i su destino, i en el gran concierto de la
creacion, ellas están llamadas sin duda a desempeñar
algun especial oficio. Cada una tiene su organizacion
propia, su manera de existir, medios singulares para
desarrollar sus elementos de ventura; i en conocer las
peculiaridades de aqella en qe vivimos, está cifrada en
gran parte la ciencia de gobernarla. Desgraciado el
pueblo qe no comprenda cuáles son sus destinos, i qe
indolente no cuide de encaminarse a ellos desde temprano!
Los designios de la Providencia con relacion a nuestro
pais, no necesitan de mucha investigacion para ser
comprendidos. Échese la vista en torno de su orizonte,
recójase a contemplar los fenómenos qe se obran en
su seno, i en todas partes encontraremos una voz qe
nos dice: - el mar! De no, ¿qé significa esa eterna e impenetrable
cortina qe cierra nuestro oriente, i qe oculta
entre sus pliegues el peligro i aun la muerte bajo
mil diferentes formas? ¿Qé importa a1 norte la esterilidad
de un desierto en donde el caminante no encuentra
refrijerio ni guia? Nada otra cosa sino qe en aqellos
puntos no tienen cabida nuestras esperanzas, ni es
aqel el sendero por donde debemos ir en busca de la
riqeza i de la prosperidad. Léjos de eso, los raudales
qe en tan pródiga abundancia están esparcidos en el
territorio, en su bulliciosa carrera nos van indicando
que el objeto de nuestros conatos debe, como ellos, dirijirse
al mar. Efectivaniente, alli está la ancha puerta
por donde la gran comarca qe abitamos se pone en
tienen su natural salida los frutos de nuestro suelo
por allí la industria estranjera viene a derramar sus
artefactos; por allí, en fin, las fuerzas vitales de la
República, constreñidas por las barreras qe la circundan
en otros costados, se espansen adqiriendo un manifiesto
desarrollo.
Será una casualidad estéril en consecuencias esa
serie de caletas i de grandes baías, qe desde el norte
al sur forman una no interrumpida cadena? En
valde se abrá dado a cada distrito un puerto, i colocándose
de trecho en trecho, anchos rios que van a vaciar
en ellos sus caudales? Seria preciso abjurar de
la razon, si este conjunto armonioso de circunstancias
no revelase el destino a qe está llamado el pueblo
a cuya disposicion se an puesto los rios, los puertos
i los mares.
Si se qiere formar idea de lo qe vale para nosotros
la vecindad del océano, supóngase corrida en esa
parte una barrera, i pregúntese: qe seria entónces
de Chile? Qé recursos le qedaban en sus comunicaciones
terrestres para vivificar la industria, i sacudir
el letargo qe acompaña su primera animación? Fértiles
valles producen en abundancia los frutos necesarios
a la vida, i encierran los jérmenes de mil variadas
producciones; pero esos frutos son los mismos
en todas latitudes, i desde Atacama asta Chiloe, no
se sabria qe objetos podian destinarse entre las
provincias a un cambio recíprocamente ventajoso. Los
pueblos vecinos ¿qé podrian traernos qe no fuese lo
misino qe tenemos nosotros en nuestro propio seno?
Ni cómo sostener un tráfico entre poblaciones separadas
por masas enormes de montañas, o colocadas
a lo largo de una faja de tierra cuyos términos
se prolongan asta tocar los círculos de la esfera?
Imposible: para Chile el mar es todo: alli está cifrado el
Cuerpo entero de sus esperanzas: de alli tan solo debe
esperar su futuro engrandecimiento.
Angosto es nuestro territorio, i contado el número
de leguas qe comprenden sus valles, se puede
predecir desde aora el no mui grande incremento a
qe puede llegar su población; pero qé importa esa
estrechez qe talvez pudiera mirarse como una mengua
comparada con la estension inmensa qe a cabido
a las demas naciones del continente, si en nuestras
manos está cortar los montes, i añadir a nuestra
escasa dotacion de terrenos millares de buqes, qe
como otras tantas porciones flotantes de nuestros
dominios, cubran los mares, i estiendan el imperio de
nuestra leyes i de nuestros intereses en todas las
rejiones del globo? Singular privilejio de los pueblos
marítimos! Ellos pueden desbordarse fuera de su
territorio, i en vez de ir a mendigar en otros pueblos
una triste acogida, llevar consigo la protección de
sus armas, i el abrigo consolador de sus banderas.
Chile, Señor, no a mirado con indiferencia esta
preciosa ventaja con qe lo favoreció el cielo. Los ombres
pensadores qe de cuando en cuando an venido a dar
una direccion marcada a los negocios públicos, se an
apercibido de qe la suerte de la nacion está ligada a1
aprovechamiento de sus facilidades marítimas, i en
esta parte es en donde con sus trabajos an levantado
los monumentos de su gloria. En la paz i en la guerra,
todo lo concerniente a la marina a tenido una
influencia bienechora. Ella puso el complemento a
nuestra independencia política; despues nos dió una
onrrosa importancia entre las Repúblicas del
continente, i en el dia es la fuente mas copiosa de donde
fluyen al tesoro nacional sus rentas. Correrá el tiempo,
i a proporcion qe sean mas conocidos los intereses
nacionales, la marina llegará a ser el objeto
primordial de las vijilias del estadista, de los cálculos
del negociante, i el teatro en qe a de lucir el valor
guerrero de los hijos de Chile.”
(Las frases ennegrecidas y subrayadas son nuestras).
COMENTARIOS:
1. Este texto, que corresponde a un fragmento de un discurso, no tiene nada de novedoso en el actual contexto donde Chile viene insertándose con fuerza y decisión en la Cuenca del Pacífico, jugando un rol protagónico en la conexión entre las pujantes economías asiáticas del Pacífico con los países de Latinoamérica, incluso, perfectamente podría tener hoy cabida en algún mensaje o discurso presidencial, de algún ministro de Estado o de algún académico que exponga las ventajas geográficas e históricas y las razones del por qué Chile debe trasformarse en el puente entre Asia-Pacífico y Latinoamérica, pero no se trata de un discurso actual. Lo novedoso, y de ahí su inclusión en este blog, es que este hermoso discurso, que describe a la perfección las razones del por que Chile debe volcarse al Pacífico -que es el desafío que debe asumir nuestro país en el presente siglo XXI- fue pronunciado a mediados del siglo XIX, más precisamente, en el año 1846.
2. El pequeño extracto que incluyó en esta entrada corresponde a un fragmento de la presentación de la “Memoria sobre la Primera Escuadra Nacional” escrita por Don Antonio García Reyes, secretario de la Facultad de Filosofía y Humanidades, que fuera leída y dirigida al Presidente de la República en la sesión pública de la Universidad de Chile el 11 de octubre de 1846.
3. De esta hermosa y a veces poética descripción de nuestro país, debo destacar una frase, que a mí juicio es notable;
“DESGRACIADO EL PUEBLO QUE NO COMPRENDA CUÁLES SON SUS DESTINOS, Y QUE INDOLENTE NO CUIDE DE ENCAMINARSE A ELLOS DESDE TEMPRANO!”
Conforme se vio en la entrada introductoria a este tema, en el siglo XIX, Chile tuvo una importante presencia en el Pacífico, comercial y militar, pero a principios del siglo XX se fue diluyendo poco a poco, alejándose Chile de su destino. No obstante, es grato constatar que en el último cuarto de aquel siglo, Chile volvió a reencontrase con su destino; el Pacífico, y ha cuidado de encaminarse a él con mucha decisión, constancia y perseverancia, independientemente de la orientación política del Gobierno de turno, y poco a poco se han ido cosechando importantes logros y frutos; Ingreso a la APEC; Tratados de libre comercio con las principales economías del Pacífico (Estados Unidos, China, Japón y Australia); Creación del P4 (Singapur, Nueva Zelanda y Brunei), primer acuerdo tras-pacífico; Creación del Arco del Pacífico junto a México; y Promotor en la creación de la Organización Regional de Administración Pesquera del Pacífico Sur junto a Australia y Nueva Zelanda.
4. En un artículo de un peruano que analizaba la importancia que tiene el Pacífico para Chile, resaltaba –ya que le parecía curioso- que un proyecto que nació en el Régimen Militar haya sido continuado sin cuestionamiento alguno por los gobiernos de la Concertación. Si bien tal constatación pudiera resultar curiosa y llamativa a los ojos de un extranjero, la continuidad de la política chilena del Asia-Pacífico, propia de una auténtica política de Estado, que partió en un gobierno de derecha originado tras un violento golpe de Estado, y que la han continuado dos gobiernos democráticos de centro (Presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei de la Democracia Cristiana) e incluso, dos gobiernos de izquierda (Presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet del Partido Socialista), en realidad no lo es.
5. La explicación de tal continuidad es bastante simple y se funda en nuestra geografía e historia; no se trata de un proyecto que pertenezca a algún partido político, ideología o sistema económico determinado, ninguno podría apropiárselo, si no que simplemente se trata, como señala el autor, DEL DESTINO DE CHILE. Basta una rápida mirada al pensamiento de O’Higgins, padre de la Patria, y de Diego Portales, padre de la República, para comprender que las nociones de “libre comercio” y de “proyección y hegemonía en el Pacífico” nacieron al mismo tiempo en que nació la República de Chile, incluso, ya antes estaban presentes. Son nociones y proyectos que verdaderamente formar parte de los cimientos de nuestra nación, y que incluso sirvieron de fundamento y causa de nuestro proceso independentista de la corona española (libertad de comercio). Estos proyectos nacionales, por decirlo en una terminología actual, forman parte del ADN de nuestra nación, y esto, debido a una realidad geográfica incuestionable que nos empuja indefectiblemente hacia el mar. Ni el Gobierno Militar ni el de la Concertación han inventado o creado de la nada tal proyecto, sólo han reencontrado y retomado –en buena hora- nuestro natural destino nacional que tan preclaramente nos señalara O’Higgins y Portales, entre otros, quienes aspiraban a que Chile se convirtiera en una “Potencia Marítima del pacífico Sur”, y se empeñaron en tal propósito. Incluso, las ideas y fundamentos que vierte don Antonio García Reyes en su discurso de 1846 que he transcrito, no son más que la continuación del pensamiento de O’Higgins y Portales. Comprendiendo lo anterior, se hace perfectamente entendible como dos coaliciones partidarias, con ideologías políticas y económicas distintas y separadas por el conflicto interno que dividió a nuestra sociedad en la década del 70 y posteriores, hayan dado vida, forma y continuidad a la política chilena del Asia-Pacífico, un verdadero proyecto país que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia y realidad geográfica, y que por ello antecede y se superpone a cualquier tendencia política o económica, siempre temporales y mutables.
5. Como complemento de lo que se viene señalando, trascribo una breve -pero notable párrafo- del escritor chileno Benjamín Subercaseaux (1906-1973) que casi en forma de sentencia -inapelable e inimpugnable de modo alguno- explica por qué Chile esta obligado, o dicho de mejor forma, por que Chile esta “condenado” a volcarse al Pacífico:
“Chile es una tierra de océanos, o sea, un país que por su estructura y su posición geográfica no tiene mejor objetivo, ni mejor riqueza, ni mejor destino –más aún- ni otra salvación que el mar. Para el mar nació; del mar se alimentaron sus aborígenes; por el mar se consolido su conquista; en el mar se afianzo su independencia; del mar deberá extraer su sustento; sin el mar, no tiene sentido su comercio”.
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- “La política de Chile de proyección al Asia-Pacífico de las últimas décadas”.
Bah, geopolítica del siglo XIX. Bastante retrogrado, hoy en día el control del océano (por un país que esta lejos de ser potencia) no te asegura el control comercial, las rutas son mucho mas abiertas y quien logre los precios de transporte mas bajos obtiene los beneficios comerciales. Así de simple.
ResponderBorrarSera geopolítica del siglo XIX pero plenamente vigente para el siglo XXI, sobre todo para la realidad de Chile, he ahí su gracia y por ello su inclusión en este blog.
ResponderBorrarEl fin de la entrada, en tiempos en que esta tan de moda la vinculación con las economías asiáticas, es simplemente poner en evidencia que –en el caso chileno- es un proyecto de muy antigua data que solo se ha retomado en las últimas décadas y por ello la coherencia, continuidad y persistencia en la actual política del Asia-Pacífico. Es una mera explicación.
Discrepo en cuanto a lo que ud. indica sobre “control comercial”. El tema no pasa sólo por ofrecer precios más bajos… no es tan simple. En verdad es un tema mucho más complejo que requiere la concurrencia de varios factores.
Saludos.
Lo conmino a explayarse sobre esos "varios factores" que convierten el asunto en un "tema mucho más complejo".
ResponderBorrarDigo anticipadamente, que todo es una palabrería sin sentido. Los puertos chilenos estan destinados a recibir cargas directas de Asia para el triángulo del cono sur. Mientras el Callao esta destinado a ser el puerto de transbordo y el HUB sudamericano, aparte de puerta de salida para la carga del ACRE y AMAZONAS. Eso lo determina el mercado y no el control del océano, que dicho sea de paso es bastante precario por parte de Chile como de Perú.
Anónimo,
ResponderBorrarEsos “varios factores” los abordare en entradas futuras. Esta es sólo la segunda de una serie de entradas que dedicaré a este tema.
Pese a su emplazamiento, me excuso ya que por ahora estoy en las cuestiones generales e históricas sobre Chile y no en la actual competencia entre Chile y Perú por tratar de convertirse en el puerto que una Sudamérica con Asia, a lo que también aspira Uruguay, así es que paciencia, ya aparecerán.
Saludos.
Bueno, entonces espero.
ResponderBorrarSolo aclaro que hasta ahora lo que dice no tiene fundamento alguno, yo conozco bien el tema y déjeme decirle que lo que he leído es simplemente una visión bastante romántica sobre el océano, que mas esta ligada a la historia de Chile, que a la realidad actual y futura.
Si bien es cierto estamos lejos de ser una potencia mundial, las ganas no nos faltan a pesar de tener un mal gobierno, por lo menos se ha destacado en poner en buen pie nuestro Chilito, que dentro de poco tiempo mas demostrara que vale su peso en oro aunque hayan odiosos y envidiosos que no ven mas alla de sus narices y para avanzar en sus Paises, mandan a sus familiares a trabajar aca; ¿si o no? prueba de ello son los miles de inmigrantes que tenemos.
ResponderBorrarPese a que no comparto las ideas del Gobierno actual, si algo bueno han hecho, es dejar en alto nuestro Pais y eso se agradece.
Claudio,
ResponderBorrarUno puede discrepar del actual Gobierno y de sus políticas más contingentes, pero respecto de la política del Asia-Pacífico creo que ha actuado bien y le ha dado la debída continuidad.
Ejemplos;
- Avances con los TLC con países sudamericanos (Perú y Colombia) y acuerdos estratégicos (Ecuador y Uruguay)
- Firma del acuerdo con Brasil y Bolivia para terminar la carretera que unirá el sur brasileño con el norte chileno, vía Bolivia.
- Acuerdo con Argentina para construir un tunel ferroviario de baja altura que bajará los costos de transporte y lo más importante permitará el cruce de los Andes durante todo el año.
- Entregar puerto libre a Bolivia y revivir el entregado a Paraguay años atrás. Lo que esta detrás de esto es generar flujos de cargas por el norte chileno.
- TLC con Australia y posibilidad de ampliar el P4.
La razón, como he señalado, es que ésta es una verdadera política de Estado, que avanza por su propio carril e impulso, independiente del Gobierno de turno.
Cordiales saludos.nch
Se me olvidadaba.
ResponderBorrarUn gran avance es el reciente acuerdo de cielos abiertos logrado con China, que librará de pago a todo vuelo de carga que salga o pase por Chile con destino a China y de ahí se dirija a otro país asiático. Si bien el trasporte aéreo no mueve el volumen de carga que el marítimo, es también muy importante y este acuerdo da una gran ventaja competitiva a Chile.
Hola Portaliano
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo cuando las cosas se hacen bien, y en este caso, Bravo Zulu