Quizás tanto ud. como yo en más de alguna oportunidad, ya sea en alguna comida, carrete o conversación cualquiera, a escuchado que alguien a mencionado o recordado que nuestra bandera, la de la estrella solitaria, fue elegida en alguna oportunidad como la más hermosa del mundo, y acto seguido, casi como un acto-reflejo, interrumpe alguien que dándoselas de sabiondo y con cierta soberbia, indiferencia y burla se apresura a dejar en claro que se trata solo de un burdo “MITO” y que jamás a ocurrido tal cosa, dejando como ignorante y avergonzado a aquel chileno que con tanto orgullo mencionaba tal comentario.
Yo que conocía la historia, de tanto escuchar que de forma tan vehemente se afirmara que se trataba de un simple mito, ya empezaba a dudar, pero, culminando el mes de la patria, en la edición del diario “El Sur” de Concepción de 30 de septiembre del presente, se publico un artículo en el cuerpo de reportajes titulado “La bandera chilena: la más hermosa del mundo” “¿Mito o realidad?” escrito por Alfredo Larreta Lavín a fin de dilucidar tal interrogante.
Para reconstituir la historia se parte recordando la edición de 02 de octubre de 1907 del diario “El Mercurio” de Valparaíso, que en aquel lejano día titulaba; “La bandera chilena en Blankenberghe”. La nota respectiva comenzaba señalando: “Nuestra bandera, el bello y glorioso símbolo de la nación chilena, ha recibido el primer premio de un ‘concurso de banderas’, celebrado en el mes de agosto último, en el gran balneario Alemán de Blankenberghe, situado en la costa del Báltico”. La revista Zig Zag, 5 días después, se encarga de difundir la información corrigiendo los errores en que había incurrido “El Mercurio” ya que el balneario estaba situado en Bélgica, no en Alemania, y en la costa del Mar del Norte, no en la del Báltico.
El periodista, haciendo referencia a la nota original continua: “Para interesar a los extranjeros veraneantes en Blankenberghe, se imaginó entonces un concurso de banderas. Se hizo y fue un gran éxito. Habiendo en ese elegante balneario tantos extranjeros, todos los países del mundo se encontraron representados en le concurso; Chile también”. “Dos familias chilenas pasaban el verano en Blamkenberghe. La de la señora Rojas de Bachcker y la de don Felipe Casas Espínola. Por cierto que en presencia de ese concurso, los compatriotas no dejaron de preparar una bandera chilena, hecha de seda y amarrada a una caña con el asta de oro, representando una estrella solitaria clavada en un globo terráqueo. Y fue esta la bandera a la que se otorgó el primer premio. Y el cronista se preguntaba ¿Por qué? Y reflexionaba, tal vez por que nuestro país, en Alemania (Bélgica), no es tan desconocido y cuenta con grandes simpatías; Tal vez porque no faltó en Blankenberghe quien supiera la gloriosa leyenda de ese trapo tricolor, insignia de tantas batallas y ha cuya sombra han caído tantos héroes, desde los que asaltaron el morro hasta los vencedores de las trincheras de Chorrillos; tal vez porque el jurado se impresionó con la distribución sencilla de esos tres colores y la estrella solitaria”. Finalmente termina citando al periódico porteño: “Sea como sea el hecho es que la bandera de Chile recibió el primer premio en ese concurso universal, lo cual nos da motivo de gran satisfacción y es una nueva muestra de la buena amistad de Alemania, y es un triunfo para las familias Rojas y Casas Espínola”.
(El artículo contiene dos fotografías que incluyo en la entrada. Izquierda: la hija de la señora Rojas de Bachcker, de 12 años, que fue la encargada de exponer la bandera chilena. Derecha: Bandera en la Plaza Constitución de Santiago)
Es importante destacar que quienes afirman tan categóricamente y hasta alegremente que la historia es un mito no dan ningún tipo de argumento o fundamento a su afirmación y se limitan a dar la pobre explicación de que se trata de una de las típicas historias de Chile producto de nuestra idiosincrasia de país isleño y que se ha ido trasmitiendo con el tiempo. Pero la verdad es que nuestra bandera sí recibió la distinción de ser la bandera más hermosa y quienes afirman que es un mito son quienes están en el error. En realidad no sé ni a quien ni cuando se origino la creencia de que el concurso fue un mito desconociéndose la autenticidad de la historia, lo cierto es que se difundió y fue creciendo cada vez más, tanto, que ya nadie se atreve a afirmar que la bandera chilena fue elegida la más hermosa so pena de hacer el soberano ridículo. Pero como este reportaje a dejado en evidencia, el único mito es el que sostiene que nuestra bandera nunca recibió tal distinción, es decir, el mito terminó siendo un mito. Claro que se podrá cuestionar la legitimidad y alcance de tal concurso pero eso es harina de otro costal y no hace desaparecer el hecho de que el concurso efectivamente existió y que la bandera chilena gano.
Más haya de los mitos que han rodeado a esta historia cabe preguntarse ¿es realmente necesario haber ganado un concurso para sentir orgullo de nuestra bandera o considerarla la más hermosa? Honestamente creo que cualquiera que sea la validez y alcance que se le confiera a dicho certamen, debe ser valorado en su debido contexto, a mi juicio y sin restarle valor, como una simpática anécdota histórica en la cual nuestra bandera recibió un justo y digno reconocimiento internacional y nada más. Las verdaderas razones por las cuales debemos enorgullecernos por nuestra bandera no debemos buscarla en los resultados de un mero concurso, sino que en nuestra propia historia, donde encontraremos muchas; A modo de ejemplo podrimos señalar que por ser una de las pocas banderas en el mundo que flamea “soberana” en tres continentes: Sudamericano, Antártico y Polinesico; o porque fue la bandera por la que Don Arturo Prat juró que mientras viviera flamearía en su lugar, dando su vida porque así fuera al igual que 141 de sus oficiales y marineros, y que flameando colmada de dignidad y gloria se hundió al tope junto a la esmeralda; o porque fue la bandera que flameo imponente y victoriosa en el Palacio de Los Virreyes en Lima, durante los años de la ocupación chilena del Perú; o porque hoy navega a través de todo el mundo enarbolada en los barcos de la Marina Mercante Nacional repartiendo nuestros productos a los cinco continentes.
Quizas ud. pueda estar en desacuerdo con los hechos o acontecimientos reseñados e incluso podría quitar o agregar muchos otros por los cuales uno debería sentirse orgulloso de nuestra bandera, pero para mí, el sólo hecho de que la bandera de la estrella solitaria sea la bandera de MÍ país, CHILE, basta y sobra, es motivo suficiente para sentir orgullo, respeto y aprecio por ella, ya que después de todo, representa a la nación más importante de Latinoamérica, y para mí, más haya de lo que haya dictaminado cien años atrás un jurado en Bélgica, es la más hermosa de todas y así la deberían sentir todos los chilenos. Y la próxima vez que escuche a alguien señalar que la historia es un mito, ud. ya sabrá cual es el verdadero mito y se encargara de colocar las cosas en su justo lugar.
5 comentarios:
Lindo post.
Para agregar con mi granito de arena, mi bandera es linda porque es simple...
Porque es plena de símbolos, que exaltan el origen de nuestra identidad.
Algo sabía de aquel concurso, pero no sabía cuando había sido, es un güen aporte. En todo caso al primer pastel que diga cualquier cosa denostadora con cualquiera de mis emblemas, sea en carrete o lo que sea...le llega el tapa-boca de un suacatez!
:D
Saludos.
A mi me gusta la bandera de Japón y por supuesto la bicolor, la PERUANA corazón, jeje
las banderas no sirven para nada, solo para dividir a la gente, sean bonitas o no, pero yo diría que nuestra bandera no tiene nada de bonito y ese argumento del azul de nuestro cielo ya podremos inmaginarnos que nuestro cielo no es tán así y que el blanco de la nieve de las montañas creo que ni el 1% de los chilenos conoce la nieve y por último el rojo de la sangre araucana es el que todavía sigue corriendo y ahora es a razón de los chilenos o las transnacionales que le roban su tierra y los exterminan cuando estos se opinen a ello, "será hermosa nuestra bandera" cuando sea emblema de paz, de unión, de esperanza de pueblo latinoamericano, de cuidar a nuestros pueblos originarios, por ahora no somos nada.
Es muy triste constatar que existen personas incapaces de desarrollar el PATRIOTISMO COMO CREENCIA FUNDAMENTAL DE
LA PERTENENCIA DE GRUPO.
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