sábado, 30 de junio de 2007

Infamia en Tacna




Nuevamente nuestra bandera, y ahora también se agrego nuestro Escudo Nacional, fueron objeto de un ultraje más en suelo peruano y a manos de peruanos.
El día martes 12 de junio del presente año el embajador de Chile en Perú, Cristián Barros, de visita en Tacna, participo de un acto conmemoratorio a los héroes peruanos de la Guerra del Pacífico, Bolognesi y Grau, depositando al pie del monumento "Arco de los Héroes" dos ofrendas florales en las que se representaba nuestra Bandera y Escudo Nacional, en señal de respeto y reconocimiento de parte de nuestro gobierno a los próceres peruanos. La ceremonia se desarrollo sin incidentes, pero una vez culminada, una radio tacneña encendió los ánimos y asuzo a la gente en contra de las inocentes ofrendas florales.
Cerca de 200 tacneños delirantes de un insano patriotismo concurrieron al lugar y en un acto irracional procedieron a destruir las ofrendas florales, y no conformes con ello, las incendiaron, todo esto acompañando de insultos y añejas consignas contra Chile.
Las reacciones del Gobierno Peruano frente a este vandálico acto fue disponer la investigación correspondiente y calificarlo tibiamente como un acto "bochornoso" (debemos entender, en jerga diplomática, "vergonzoso"). Por su parte, Alejandro Foxley, consultado por el incidente de Tacna señalo que "no es algo que sea normal" y le manifestó la "preocupación" del Gobierno Chileno al embajador peruano en Santiago.
Lo que más sorprende es la motivación y argumentos esgrimidos por esta orda peruana que acometió impunemente en contra de nuestros emblemas patrios, señalando que resulta un "agravio" el hecho de colocar a los pies de Grau y Bolognesi, la "Bandera y Escudo Chileno". Resulta increíble que la culpable de todo este incidente de carácter internacional haya sido nuestra querida bandera de la estrella solitaria, nuevamente ultrajada por parte de peruanos que no pueden controlar su odio hacia Chile por rencores anacrónicos.
Creo que es enfermiso que un acto y gesto de respeto, unión y fraternidad, haya sido interpretado (torcidamente) como un "agravio" por el solo hecho de presentarse una bandera chilena. ¿Cuando irán a cambiar?.

lunes, 25 de junio de 2007

Epopeya, raya para la suma








Vale la pena efectuar algunas reflexiones en torno a la mini-serie "Epopeya" transmitida por TVN de Chile y en la cuál se abordo el tema de la Guerra del Pacífico que enfrento a nuestro país con Bolivia y Perú.

1. Epoeya y suspensión: La desición de postergar su emisión a petición del embajador peruano en nuestro país resultó ser totalmente innecesaria y contraproducente. Más haya de las críticas o reparos que se puedan realizar a Foxley y al Directorio de TVN por actuar tan torpemente ante tal solicitud, lo que sí vale la pena resaltar y que en nuestro país se olvida o muchas veces no se dimensiona adecuadamente, es lo medular y contingente que resulta ser la Guerra del Pacífico para peruanos y bolivianos, de lo contrario, si fuere considerado un mero tema histórico como lo és en Chile, el embajador peruano jamás habría formulado la petición de suspensión, ni siquiera se la habría imaginado. La postergación únicamente sirvió para elevar la espectativa y acrecentar el interés en verla.

2. Denominación: Lo que al parecer más disgusto a peruanos y bolivianos parece haber sido el título dado a la mini-serie, "Epopeya", ya que en varios blogs se lo critico arduamente transcribiendose definiciones de distintos diccionarios a fin de fundamentar y demostrar que la victoria de Chile no merece tal calificativo. A mi parecer, si bien creo que no resulta ser el título más conciliador y que agrade a todos los intervinientes, me parece que esta serie esta hecha por chilenos y para chilenos (más haya de su pretención de objetividad) por lo que no se le puede arrebatar su prisma nacional (que por lo demás no tiene nada de sensurable), razón por la cual, creo que el término "Epopeya" estaba bien empleado, ya que aunque en estricto rigor no lo fue, estuvo muy cerca de ser una verdadera epopeya.

3. Epopeya y objetividad histórica: Esta serie tubo el mérito de presentar la visión de la Guerra del Pacífico que tienen no solo la historiografia chilena, sino que también la del Perú y Bolivia, razón por la cual se presento la opinión de historiadores y gente común de esos países. En razón de ello, se abordaron temas que importan y son más sensibles a peruanos y bolivianos en desmedro de los que importarían a los propios chilenos, como el saqueo a la biblioteca de Lima.
Pese a las buenas intenciones y a los esfuerzos realizados no faltaron peruanos y bolivianos que criticaron duramente el documental e inclusive, portadas de diarios peruanos mostraron su abierta disconformidad con la mini-serie, aunque hubo personas educadas y con altura de miras que valoraron el esfuerzo. En mí parecer, la intención de los realizadores es altamente valorable, ya que no estaban, para nada, obligados a incluir la visión de los otros países y sin embargo lo hicieron. Otra cosa que cabe mencionar, es que en Chile había un mayor conocimiento de los héroes peruanos como Grau y Bolognesi, pero sin embargo, en el Perú, había un total desconocimiento de los próceres de nuestro país como Prat y los héroes de la Concepción, lo que revela que la enseñanza de la versión histórica de la la guerra en el Perú es mucho más imparcial, sesgada y nacionalista que la chilena, ya que acá se ha llegado a decir que Grau es un héroe por adopción, no así respecto de Prat, a quien se le resta todo mérito en el combate naval de Iquique e incluso, se señala que no intento el abordaje al Huscar, sino que habría caído en él producto del espolonazo.

4. Epopeya y diferendo marítimo: Por último, a mi juicio, lo más sorprendente y curioso de los coletazos de "Epopeya" es la teoría que surgió en el Perú y que la vincula al actual diferendo marítimo. Tal elucubración sostiene que esta serie tuvo como objetivo deslizar una sutil y velada "amenaza de guerra" al Perú, puntualizandose que se trato de "advertir o poner bajo aviso a los peruanos en el sentido de que quién no cumple los tratados internacionales merece ser invadido y puede perder territorio por ello". Sé que muchos chilenos pensaran, y con justa razón, que es una idea delirante, sin fundamento y básicamente ridícula, propia de algún adolescente obsecionado con las teorías conspirativas y secretos grupos de poder tan en boga en el último tiempo, pero debo informarles que no es así, que aunque les cueste creerlo hay personas adultas, serias y profesionales (Incluso periodicos) que creen y difunden esta loca teoría con mucha convicción y más aún, la defienden arduamente a traves de la red. Aparte de causar justificada gracia el punto en comento, cabe efectuar una reflexión algo más seria en el sentido de que debemos tener presente que, lamentablemente en el Perú, aún hay personas que tienen grabada a fuego la caricatura transmitida de generación en generación del chileno siniestro que se preparo silenciosamente para atacar y asesinar arteramente a sus vecinos a fin robarles sus riquesas naturales, y en base a ello, alucinan con que Chile pretende invadir al Perú bajo el pretexto de que éstos desconocen los límites marítimos, aunque tal hecho, este totalmente alejado de la realidad.

Finalmente, debo agregar que "Epopeya" fue un pequeño paso en busca de la verdad histórica y nos demostró que las heridas de la guerra, pese a haber transcurrido 128 años, aún siguen abiertas para nuestros vecinos que se resisten a asumir la derrota, que con justicia y sobrado mérito propio les propino nuestro país.


sábado, 23 de junio de 2007

Peruanos no ingresaran a Chile













Este fue el titular del diario peruano "Expreso" editado el 20 de junio del presente año, bajo el subtítulo "Diputado chileno xenófobo propone". Si bien la gran mayoría de la prensa peruana se refirió a las declaraciones de Ivan Moreira, sólo el periódico referido lo público en su portada.
Moreira señalo a la prensa; "Si nosotros estamos recibiendo una cantidad enorme de peruanos que no pueden vivir en su país, por que razón nosotros les vamos a seguir abriendo las puertas a quienes nos quieren quitar parte de nuestra soberanía nacional". Tales declaraciones fueron vertidas tras la reunión en Tarija de los mandatarios de Chile y Perú, en donde Alan García dio a conocer a Michelle Bachelet que su gobierno llevará su demanda marítima a la Corte Internacional de Justicia con cede en la Haya, tal como lo había dado a conocer el periódico La Razón el día anterior (19 de junio) cuando titulaba "¡Perú se medira con Chile en la Haya!". Luego de conocerse la postura oficial del Perú respecto al tema marítimo, la prensa chilena recogió la impresión de varias personalidades del ámbito político, siendo las de Moreira, las que tuvieron mayor repercusión en la otrora tierra de los Incas.
Si bien hay consenso en calificar la postura de Moreira como aislada y por ende, no representativa del espectro político nacional, vale la pena analizarla, toda vez que encasillada en determinado contexto contiene una gran cuota de verdad y razón.

Oficialmente, la cifra de peruanos radicados en nuestro país es de 80.000 personas, sin perjuicio, de existir una cifra negra significativamente mayor. La gran mayoría de estos peruanos viene a nuestro país en busca de mayores y mejores oportunidades laborales, y de ese modo poder enviar ayuda económica a los familiares que dejaron en su terruño. En atención a la gran cantidad de inmigrantes peruanos, el Gobierno de Chile promovió varios beneficios y medidas de carácter social que fueron en directo beneficio de éstos, tales como, poder trasladar los fondos previsionales capitalizados tras cotizar en Chile a su país (Antes si volvían al Perú los perdían), también se mejoró el servicio de envío de dinero o remesas desde Chile al Perú en atención a que los peruanos que trabajan en nuestro país envían todo el dinero que les es posible a sus familias, y por último, se los integro al Sistema de Salud Pública con el fin de que tuvieran acceso gratuito a atención y prestaciones médicas.

Como se puede apreciar, Chile se ha preocupado de mejorar la situación de los inmigrantes peruanos que vienen a nuestro país en busca de oportunidades y condiciones que el suyo no les da, les ha tendido amigablemente una mano acogedora.
Conforme a lo expresado, no deja de tener razón Moreira toda vez que frente a la actitud demostrada por Chile ante miles de ciudadanos peruanos, el Perú persista en generar un conflicto con nuestro país, que sobra decir, es artificial, por cuanto se desconoce abiertamente una situación zanjada hace más de 50 años tanto en los hechos como en el derecho.

Lo que hay que rescatar de lo dicho por Moreira es que la actitud adoptada por el Perú desalienta, confunde, desmotiva y pone en tela de juicio los esfuerzos por lograr la paz y prosperidad entre las naciones del Pacífico Sur, ya que por una parte, Chile se esfuerza por la integración en todos los niveles con el Perú, pero éste, sólo quiere la confrontación, la desunión y las odiosidades.

Aunque parece que el Perú esta enseguecido con su pretensión (léase usurpación) marítima, siempre hay que abrigar las esperanzas de que entre en razón y cordura.