A pesar que esta la era la quinta declaración conjunta chileno-ecuatoriana en la que se haría referencia a los tratados del 52 y 54, en esta oportunidad, había una mayor expectativa puesto que el escenario era totalmente distinto a las anteriores ya que Perú, el 16 de enero de 2008, oficializó su pretensión marítima sobre mar chileno dando inicio formalmente al proceso ante la Corte de La Haya.
I. Ambiente previo a la visita de Correa:
1. El diario la Razón de 10 de marzo cuya portada señalaba “¡Hoy firman en Chile pacto contra Perú!. Cierra el cerco con Ecuador”, señaló en su nota que “El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llegó ayer a Chile para reunirse hoy con su colega Michelle Bachelet y otras autoridades chilenas, a fin de suscribir un ‘acuerdo de asociación estratégica’ que tiene como objetivo plantear una muralla al reclamo peruano de delimitación marítima”, “Correa y Bachelet firmarán hoy el primer acuerdo de asociación estratégica entre dos países latinoamericanos y una declaración de respaldo a la tesis utilizada por el gobierno de La Moneda respecto de la delimitación marítima con Perú y los convenios pesqueros de 1952 y 1954”, “En retribución, el régimen chileno proveerá una serie de beneficios en el sector defensa, comercial, económico y político-social”. El periódico vuelve a recordar anteriores declaraciones conjuntas entre Chile y Ecuador, así como la “venta a precio simbólico” de las dos fragatas Leander, la repotenciación de dos submarinos ecuatorianos por $US120 millones, así como el ofrecimiento, también a precio simbólico, de los 17 Mirage Elkan dados de baja tras la llegada de los F-16.
El periódico contiene otra nota basada en las declaraciones del general en retiro del Ejercito Peruano, Germán Parra; “Chile esta sentando las bases para que su aliado histórico lo defienda en el plano militar, para ello ha comenzado a armarlo. Este acuerdo revela que el afán expansionista sureño no ha cesado, que su armamentismo ha rebasado sus fronteras y ahora se ejecuta bajo la misma modalidad en Ecuador y eso es un peligro para Perú”, argumentó que el convenio bilateral esta motivado por que “Chile sabe que no tiene cómo defender sus argumentos y sabe que va a perder en la corte, por eso a comenzado a armar a Ecuador, ha consagrado un pacto en nuestra contra y debe preocuparnos porque nos ubica geográficamente en el centro de dos posibles zonas de conflicto”. Finalmente afirmó que “el gobierno de Michelle Bachelet quiere fortalecer su dominio regional y para ello va a supeditar a otros países a su dependencia militar”. La Columna de su director, Uri Ben Schmuel -tan de paranoico como los militares retirados a quienes da tribuna- titulada “No hay peor ciego...” señaló; “Muy serio esto de la visita de Correa a Santiago. El ecuatoriano no solo actúa como marioneta de Chávez y sus planes para desestabilizar al continente en general y a Perú en particular... sino que además juega en pared con Bachelet en el tema del diferendo marítimo. Así, Ecuador demuestra hipocresía política y doble vara para medir, porque denuncia violación de su soberanía de parte de Colombia por el tema de las FARC, pero valida la perpetrada por Chile en el Mar de Grau”, “La presencia de Correa en La Moneda deja en evidencia, más allá de toda duda, que existe un cerco bélico en nuestra contra. Chile esta acelerando sus planes de preparar dos frentes de ataque ante la posibilidad que el fallo en La Haya le sea desfavorable”.
2. El diario Perú.21 de 10 de marzo tituló su portada “Cada vez más cerca” sobre las fotos de Bachelet y Correa con maliciosas y cómplices sonrisas, en el que aparte de informar sobre la vista de Correa a Chile, incluye una nota titulada “Visita no debe preocuparnos” en base a las declaraciones de Hugo de Zela en la que se señala que no debe preocupar la visita de Correa aunque se ratifiquen los Convenios de 1952-54, “sin embargo, no creo que la presidenta Michelle Bachelet insista en ese asunto, porque sería innecesario y no significaría absolutamente nada en el irreversible camino iniciado por el Perú ante la Corte de La Haya. Como gesto político podría darse, pero no ganarían nada, ni modificarían la realidad de los hechos”. No obstante señaló que “El encuentro ratifica el apoyo histórico que Ecuador le ha brindado a Chile, directa o indirectamente, cada vez que ha tenido algún asunto con Perú en el cumplimiento del Tratado de 1929 y en loas acuerdos tripartitos”.
II. Correa llega a Chile: El Presidente Correa viajó acompañado por la Canciller y los ministros de Minas y Petróleo, de Justicia, de Políticas Económicas, entre otras autoridades, arribando a Chile pasada la medianoche del domingo 9, declarando en una entrevista en TVN que “nosotros no tenemos ningún problema de límites, ni marítimos, ni terrestres ni aéreos con Perú”. Esta es la tercera visita de Correa a Chile, la primera fue en marzo de 2006 al asistir como candidato electo a la asunción del mando de Bachelet, y la segunda, fue en noviembre de 2007 cuando participó en la Cumbre Iberoamericana, esa donde se acuño la frase: ¡Por que no te callas!.
Al medio día del lunes 10 de marzo, luego de colocar una ofrenda floral ante el monumento del Libertador Bernardo O’Higgins, el Presidente Correa fue recibido en la Plaza de la Constitución por Michelle Bachelet, quién lo acompaño en su ingreso a La Moneda por una alfombra roja al compás de la música de la Guardia de Palacio que le rindió honores. Estando en La Moneda, ambos presidentes se reunieron privadamente en el Salón de Audiencias para posteriormente integrarse a la reunión ampliada junto a sus delegaciones. Posteriormente, en el Patio de las Camelias de La Moneda, los presidentes firmaron una Declaración Conjunta, un Acuerdo de Complementación Económica y uno de Asociación Estratégica.
La Declaración Conjunta Presidencial, de 41 puntos, consignó en el número 15 la esperada ratificación de los tratados de 1952 y 1954 en los siguientes términos: Punto Nº15 “Destacaron la plena coincidencia respecto de la vigencia, alcances y contenidos de los Tratados del Sistema del Pacífico Sur y expresaron su satisfacción por los logros derivados de los mismos. Confirmaron asimismo su visión común frente a temas vinculados con el Derecho del Mar y su amplia cooperación en materia de asuntos marítimos”.
A raíz de la reciente crisis entre Ecuador y Colombia, no pudo estar agenda a la declaración este importante tema para Ecuador, indicándose en el Punto 4: “Ambos Mandatarios destacaron la Declaración de los jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, así como la Resolución del Consejo de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre los acontecimientos recientes entre Ecuador y Colombia y coincidieron en que el pleno respeto a la integridad territorial, la soberanía nacional de los Estados, la solución pacífica de las controversias y la no intervención, constituyen principios fundamentales en que se basan las relaciones de paz y cooperación entre los Estados. Asimismo, renuevan su compromiso con el derecho internacional, pilar esencial de la convivencia pacífica entre los países”.
1. Diferendo marítimo: Como se señaló, este punto adquirió importancia puesto que Perú demandó a Chile ante La Haya hace poco menos de un mes (16 enero 2008) y por el alboroto que una vez más venía generando la prensa peruana por los encuentros entre Chile y Ecuador.
a) Rafael Correa: Luego de la firma de la declaración Correa dijo que “hemos, en esta declaración, ratificado la plena vigencia de los tratados marítimos del Pacífico Sur y le deseamos la mejor de las suertes a Chile y felicitamos esa vocación de diálogo y vocación de paz que se tiene entre los países de América del Sur en los actuales momentos para resolver supuestos o reales diferendos limítrofes”. Añadió que su país “le desea la mejor de las suertes a Chile para superar todas aquellas controversias” en alusión a la demanda peruana, “la controversia existe, es real, y nosotros nos alegramos que trate de superarse en base al sistema jurídico internacional, en base al dialogo y a medios pacíficos. Ecuador no tiene ningún problema limítrofe con Perú, no tenemos que ratificar ningún tratado si todo está en vigencia, entonces vemos con atención la controversia entre Perú y Chile y hacemos votos para que se solucione por los mecanismos que se han elegido que nos parecen correctos, pero insisto, el mismo Perú ha declarado, que no existe ningún problema limítrofe y nosotros no tenemos absolutamente nada que ratificar, porque todo esta ratificado y en vigencia”. No obstante precisó que su país “no tiene ningún problema limítrofe con Perú, por lo que no tenemos que ratificar ningún tratado existente ante La Haya”.
b) Michelle Bachelet: Reiteró que para Chile los tratados de 1952 y 1954 están vigentes, por lo que “Ecuador considere que estos tratados están vigentes significa que tenemos la misma opinión con respecto a los tratados de los cuales somos partes” “tenemos plena conciencia de la vigencia, alcances y contenidos de los tratados del sistema del Pacífico Sur y vemos con satisfacción los logros derivados de los mismos y también a una visión común frente a temas como el derecho al mar y mantener una amplia colaboración en materia de asuntos marítimos”.
2. Crisis con Colombia: Este fue un tema obligado en atención a lo reciente de los hechos y a que el conflicto aún estaba en pleno desarrollo.
a) Rafael Correa: Destacó y agradeció la labor de Chile por el rol desempeñado en la crisis con Colombia del 01 de marzo afirmando que “la postura firme, inclaudicable, en base a principios, a convicciones, no en base a conveniencias, no en base a coyunturas, no en base a relaciones de poder, que tuvo el Gobierno chileno, que tuvo su Presidenta y su canciller permitieron, junto a la decisión de otros países de América Latina, resolver en forma rápida, tan contundente, una crisis tan grave como la que vivimos la semana pasada”. Luego destacó que las “relaciones siempre han sido extraordinarias, somos aliados naturales de Chile, históricos”. En atención a las insistentes preguntas en cuanto a si era “chavista” señaló en tono simpático que “no me gustan esos gentilicios, en realidad son patronímicos. En todo caso no sé pues si sea chavista, lo que si estoy seguro es que ya soy bacheletista, mi querida Michelle”.
b) Bachelet: Recibió con satisfacción el agradecimiento de Correa, a quién calificó de un “amigo”, y subrayó que Ecuador puede contra con la amistad de Chile. Recordó que Chile, desde un principio manifestó su rechazo a la incursión colombiana, por considerar que fue “una violación de la soberanía y la integridad territorial de Ecuador”, “Chile ha rechazado siempre el unilateralismo”, “Chile es un país amante de la paz y su política exterior se sustenta en el respeto estricto del derecho internacional”.
III. Interpretaciones de la visita de Correa.
1. Cancilleres chileno y peruano:
a) Alejandro Foxley: Luego de participar del almuerzo de honor a Correa señaló que “Chile esta muy tranquilo con la solidez de sus argumentos y vamos a mostrar, paso a paso, que en La Haya creo que la opinión y voz de Chile va a prevalecer”. Foxley se mostró confiado luego de reunirse con la canciller ecuatoriana, señalando que el respaldo de dicho país “al Sistema del Pacífico Sur en el cual esta involucrado Ecuador, Perú y Chile es total y tenemos una visión completamente concordante sobre esta materia”.
b) García Belaúnde: El Canciller peruano, en declaraciones a Radio CNP calificó la ratificación de los tratados de 1952-54 como una “formalidad reiterativa y casi ritual”, desdramatizando la interpretación peruana de un respaldo de Quito a Santiago en el diferendo marítimo. Señaló que interpretar las declaraciones de Correa, en que ‘le deseo suerte a Chile’ en La Haya como un respaldo es sólo una “lectura simpática”, ya que según Belaúnde, Correa solo esta diciendo “oiga ese es su tema, le deseo suerte, ese es lo suyo no lo mío” he insistió en que “nadie tiene que saltar mucho, ni de preocupación, ni de alegría”. Por el contrario, consideró “positivas” las declaraciones de Correa en Santiago; “celebro que el presidente Correa se congratule que hayamos ido a La Haya y que éste es un diferendo que tiene que resolverse en esa vía, que es la posición del Perú. También tenemos que celebrar que haya dicho claramente que como no existen problemas limítrofes entre su país y Perú, Ecuador no piensa ser parte del proceso ni ir a La Haya”, “creo que esas dos declaraciones de Correa son positivas para el Perú”. Consideró también que son un espaldarazo a la posición de Perú ante el diferendo con Chile puesto que reconoce que es un tema bilateral que debe resolverse por la vía jurídica y además que Ecuador no participará en La Haya, por lo que finalmente sostuvo que “la novedad del encuentro en Santiago es que el presidente Correa diga que el diferendo marítimo es un tema chileno y peruano, y que no involucra al Ecuador y que diga ‘nosotros no tenemos problemas y no vamos a ir a La Haya’. Creo que esa es la novedad”.
a) La Razón de 11 marzo, cuya portada titulaba “¡Y nos dieron la puñalada!. Chile y Ecuador en Alianza antiperuana”, señalaba en su nota que “Los presidentes de Chile y Ecuador, Michelle Bachelet y Rafael Correa, sellaron este lunes en Santiago una alianza militar y política contra Perú, al firmar un acuerdo de asociación estratégica que ratifica la vigencia de los acuerdos pesqueros suscritos juntamente con Perú en 1952 y 1954, y que Chile considera unilateralmente tratados marítimos”. Destaca que el acuerdo de “alianza chileno-ecuatoriana” se firme “solo horas después de que el primero oficializó la venta al segundo de dos fragatas tipo Leander..., y abrió la posibilidad de una futura venta a precio simbólico de 17 aviones Mirage-Elkan, que serían ubicados en la frontera con Perú”, y también señala que Correa recibió otros premios por apoyar a Chile; la condecoración con la Orden al Mérito de Chile, declaración Huésped Ilustre de Santiago y el doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de Chile. Luego de pasar revista a las distintas declaraciones y acuerdos suscritos, incluye dos notas basadas en las impresiones del ex vicecanciller Luis Solari Tudela y del contralmirante en retiro Hugo Ramírez Canabal. Tudela afirmó que “el respaldo político de Ecuador a la tesis chilena... no servirá de nada porque carece de sustento jurídico”. Indicó que los acuerdos del 52 y 54 en que se apoya Chile atribuyéndoles es statu de tratados, “en ambos casos se trata de acuerdos excluyentes para Chile, por lo que La Haya va a desestimar su postura. Los acuerdos del 52 y 54 establecen textualmente la doble exclusión de Chile”, precisando que la Declaración de Santiago de 1952 “hace mención al límite ‘entre los dos países’ donde existan islas. ¿Qué dos países?, pues Ecuador y Perú y si son tres los firmantes, por lógica, el tercero esta excluido. Simple”. Respecto al Convenio de 1954 “se establece la zona de libre penalidad en la que pueden ubicarse las embarcaciones artesanales y no incluye ninguna cláusula sobre límites”. Por su parte, Canaval fue grosero con el presidente ecuatoriano, “Correa vino al país para obtener respaldo por una violación a su soberanía perpetrada por Colombia, pero luego va a Chile a firmar un acuerdo que valida la violación de nuestra soberanía marítima. Ecuador respalda un alegato infame y su actitud constituye una hipocresía política”. Además reveló que según fuentes fidedignas “la adhesión de Chile a la Convemar fue premeditada y buscaba lograr que Perú también aceptara ser parte de dicho convenio, a fin de regirse por sus normas y quedar sin sustento para reclamar la usurpación de sus aguas”.
b) Correo 11 marzo, cuya portada señala “¿Renace eje Santiago-Quito?”, recoge, al igual que otros diarios, las declaraciones de Diego Rivadeneira, embajador ecuatoriano en Perú, quién negó que Correa haya tomado una posición favorable hacia Chile en la controversia marítima con Perú, y subrayo que su país sigue siendo “neutral”, indicando que “el presidente Correa ha dicho que se alegra enormemente de que Perú y Chile hayan decidido ir a la Corte de La Haya; en ese sentido, ha deseado suerte, pero no solamente a Chile sino a todos”.
c) Expreso de 11 de marzo, consigna las declaraciones de Ernesto Velit y José de la Puente Radbill, ex canciller peruano. Velit señaló que el reconocimiento de los convenios del 52-54 por parte de Ecuador “demuestra un respaldo evidente y anunciado de ese país a Chile frente a la demanda peruana”, sostuvo que es “evidente un pacto bilateral entre ambos países y que forma parte de una estrategia que siempre han desarrollado conjuntamente los dos” “si no, cómo explicamos que durante el conflicto del Cenepa, Chile siendo país garante, en pleno conflicto le envíe armas a Ecuador”. Radbill, fue más cuerdo al indicar que “el gesto de Ecuador no significa un pacto bilateral ni estratégico con Chile en contra del Perú, aunque admitió que esta posición es contraria a la que sustenta el Perú frente a la Corte de La Haya, y que hay una intencionalidad detrás de eso”.
d) La República de 11 de marzo se valió de una de las declaraciones de Correa para titular su portada “No hay problemas de límites con Perú”. Luego de detallar la visita de Correa a Chile, al igual que La Razón, también resalta que la “firma del acuerdo de ratificación de la vigencia de los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 que el país del sur califica como limítrofes se produce apenas dos días después de que se hiciera efectiva la venta de Chile a Ecuador de dos fragatas, y apenas cuatro días antes de la primera reunión de los agentes diplomáticos de Perú y Chile... con la presidenta de la Corte de La Haya”. También incluye declaraciones de Hugo de Zela quién señaló que “esto no debe preocuparnos absolutamente porque, en primer lugar, Ecuador a declarado reiteradamente a través del propio presidente que con el Perú no tiene pendiente ningún asunto delimitatorio de frontera terrestre o marítima. En el caso de Chile es diferente, porque Chile pretende convertir en tratado lo que es un acuerdo de pesquería artesanal referido a los años 1952 y 1954”, agregando que la declaración chilena-ecuatoriana “no tiene absolutamente ninguna connotación o vinculación para que este asunto sea tratado” en La Haya. Recordó que para el derecho internacional los tratados de límites deben ser “ratificados por los congresos de los dos países” lo que no ocurrió con los tratados del 52 y 54 “por lo tanto, el derecho internacional no reconoce esos acuerdos como tratados. Es un asunto de interpretación que Chile quiere dar a estos convenios para convertirlos en tratados”. No obstante estimó que “desde el punto de vista político sí resulta ‘inconveniente’ que de una manera ad hoc se produzcan estos entendimientos entre dos países que, sin tener una repercusión jurídica, sí dan una señal política”, por lo que expresó que “para resumir, yo no le otorgo ninguna importancia jurídica a esa ratificación de acuerdos, porque no necesitan ser ratificados, y además el Perú sí los reconoce. Pero los reconoce como lo que son, acuerdos pesqueros. El punto es que esto sí tiene una dimensión política”. Zela recordó que “esta no es la primera vez que el Gobierno de Chile recurre al Ecuador, ‘su aliado histórico’, para buscar algún tipo de apoyo. Esta no es la primera oportunidad en que ambas naciones suscriben una declaración en ese sentido” ya que en diciembre de 2005, enero y agosto de 2006 también se ratificaron los convenios. Alejandro Deustua, miembro de la Comisión Consultiva de la Cancillería peruana señaló que “la oportunidad de este acercamiento... sí emite una señal política clara”, “es una acción promovida por Chile, lamentablemente, y aceptada por el Ecuador. Nosotros hubiéramos preferido que eso no se produjera, pero desde el punto de vista jurídico es intrascendente”. Finalmente, Ernesto Velit, opinó que “el hecho no tendrá ninguna repercusión en la Corte Internacional de La Haya, pues esta tiene los elementos suficientes para analizar el caso y tomar una decisión al respecto. La declaración, además, no altera en nada la posición peruana, y tampoco refuerza la posición de Chile” por lo que señaló que “Perú debe estar tranquilo, ya que su posición es férrea y acorde al derecho internacional. Chile considera que los acuerdos de 1952 y 1954 son limítrofes y Perú que son convenios de tolerancia pesquera, pero finalmente quién determinará la controversia es la Corte Internacional de La Haya”, por lo que Velit concluyó que “la firma del acuerdo es un favor que Ecuador le devuelve a Chile por haberle vendido recientemente dos fragatas por US$ 14 millones”.
e) La Razón de 12 de marzo, incluye la columna de Hugo Ramírez Canaval titulada “Chita la payasá...” en la que expresa; “Los matones del barrio se sienten fuertes, pero se aseguran de no estar solos. Antes de ponerse atrevidos, a pesar de estar armados como para hacer la guerra simultánea a Argentina, Brasil, Bolivia y Perú, le hacen promesas a Bolivia y firman una alianza con Ecuador, porque ese pueblo tiene miedo. Siempre tuvieron miedo. Cuando sienten tambores de guerra, les... ¡pande el cúnico!, buscan auxilio”, luego se empeña en demostrar la cobardía de Chile en su historia y criticar la demora en la modernización del material de guerra peruano, culpando de ello a supuestos “prochilenos” enquistados en el Ministerio de Defensa, a quienes acusa de “traición a la patria”. Finalmente expone su teoría; como los chilenos saben que van a perder en La Haya “decidieron armarse para imponer sus condiciones por la fuerza”, por lo que “los actos de provocación van a ser cada día mayores, sobre todo de los halcones de la Marina, ansiosos por vengar los papelones –por cobardes y poco profesionales- de los marinos chilenos en la Campaña Naval de 1879. Y tienen que fastidiar cuando aún no estamos en condiciones de disuadirlos... no tienen argumentos que exhibir, pero buscan que ‘pisemos el palito’ para ‘justificar’ una agresión, ahora que ya tienen aliados...”, “Nuestra presentación ante la Corte Internacional de La Haya los ha puesto en pánico. Mire nomás ud. las tonterías que dicen sus representantes. Están descontrolados... ¡Hay que cuidarse del mono con ametralladora!”.
COMENTARIOS:
1. La prensa peruana, particularmente el diario La Razón, tuvo una nueva oportunidad para exponer por enésima vez sus paranoicas e hilarantes teorías; que Chile prepara una nueva invasión a Perú, que se arma para desconocer el fallo de La Haya por la fuerza puesto que sabe que perderá, que Chile esta constituyendo junto a Ecuador un “eje anti-peruano” en base a un “pacto militar” para “cercar a Perú”, que por lo anterior esta armando a Ecuador regalándole fragatas y aviones y repotenciando sus submarinos. Llama la atención que el diario La Razón, tanto en esta ocasión como en anteriores se empeñe en señalar que Chile va a vender a Ecuador los 17 aviones Mirage Elkan que dio de baja en circunstancias que hace tiempo que éste desestimo la posibilidad y no ha aparecido nueva información al respecto. Por otro lado, decir que Ecuador le vende su apoyo a Chile por dos viejas fragatas es una falta de respeto hacia aquel país.
2. Ratificación de los tratados del 52 y 54: Fue el punto que más atrajo comentarios y opiniones en Perú. En la primera entrada que escribí de esta serie, critique que en las distintas declaraciones conjuntas chileno-ecuatorianas no se consignara derechamente que los instrumentos del 52 y 54 son “tratados” que establecen el “paralelo geográfico” como límite marítimo entre los firmantes, salvo en una de ellas, y que en las restantes se limitaran a reafirmar la “vigencia” de dichos instrumentos, ya que ese no es el punto que interesaba dejar en claro frente a la pretensión peruana; Perú no cuestiona la “vigencia” de los documentos sino que cuestiona su naturaleza y contenido; dice que NO son tratados sino declaraciones y acuerdos (naturaleza), y dice que NO establecen limites marítimos sino que regula cuestiones pesqueras (contenido). En esta oportunidad veo con satisfacción que se ha enmendado el sentido de la declaración puesto que al manifestar “la plena coincidencia respecto de la vigencia, alcances y contenidos de los Tratados del Sistema del Pacífico Sur” deja en claro de mejor manera (aunque no perfecta) los dos puntos que interesan; que tienen naturaleza de “tratados” y que su “alcance y contenido” se refiere a que establecen los “límites marítimos” entre los Estados firmantes, que aunque no se señala literalmente, es la interpretación correcta considerando la posición oficial de ambos países en torno a los documentos.
3. Respecto a la utilidad de tal ratificación concuerdo plenamente con las opiniones peruanas que señalaban que desde el punto de vista jurídico y como argumento a esgrimir ante La Haya no tiene mayor peso puesto que será la corte, en base a los diversos criterios de interpretación del derecho internacional, la que decidirá si son tratados limítrofes o meros acuerdos pesqueros. Concuerdo también cuando señalaron que no obstante, esta ratificación es una clara señal política que dan Chile y Ecuador, que refleja la plena concordancia de ambos en la interpretación sobre la naturaleza y contenido de los instrumentos, señal que no es menor, puesto que confirma que la interpretación de Ecuador es la misma que tiene Chile, y si es consultado por la Haya o interviene como parte, será esa posición la que expondrá ante dicho tribunal y no la posición peruana, lo que indudablemente nos favorecerá. Si las anteriores declaraciones tuvieron por objeto lograr que Perú desistiera de su pretensión de llevar al caso a La Haya, obviamente tal finalidad fracasó totalmente, por lo que la única utilidad para que en esta oportunidad se reiterara, es de índole netamente política, dar un mensaje a Perú a pocas semanas de haber recurrido a La Haya consistente en que Ecuador -ya iniciado el proceso- mantiene incólume su postura e interpretación de los tratados, que es plenamente concordante a la sustentada por Chile y naturalmente, contraria a la sostenida por Perú.
4. La participación de Ecuador en La Haya, es sin lugar a dudas el tópico más relevante del juicio iniciado por Perú. En otra entrada ya me he referido a este punto, en dicha oportunidad, analizando las declaraciones de la Canciller ecuatoriana luego que su homologo peruano declarara a una radio que para Perú el Convenio de 1954 establece sólo un “criterio” de delimitación con Ecuador por lo que a futuro se debía suscribir un “tratado de límites”, señalé que daba la impresión que la cancillería ecuatoriana estaba sopesando la posibilidad de intervenir como “parte” en el proceso y no a limitarse a informar por escrito. En esta oportunidad, las declaraciones de Correa en Santiago fueron valoradas “positivamente” por el Canciller peruano Belaúnde quién saco cuentas alegres al respecto; 1. Correa reconoció que el diferendo marítimo es un tema bilateral que compete exclusivamente a Perú y Chile; 2. que comparte la idea de presentarlo a La Haya para su resolución; 3. que en base a que no tiene conflictos limítrofes con Perú, “Ecuador no piensa ser parte ni ir a La Haya”. En resumen, para Belaúnde, más que favorecer a Chile, Correa “respaldó” plenamente la posición peruana.
5. Se debe reconocer que es un buen análisis e interpretación la efectuada por el canciller peruano y mucho más interesante de comentar y rebatir que las ridículas teorías paranoicas: 1. En cuanto a que se trate de un tema bilateral, no es la primera vez que Ecuador lo señala y en otra entrada señale que tal posición se ajusta al principio de no intervención que rige las relaciones internacionales y que Ecuador respeta, porque en estricto rigor, Perú demando a Chile y no a Ecuador, por ende no es parte (... aún). Sin embargo, no se puede decir que la posición asumida signifique a priori que Ecuador se siente totalmente ajeno al diferendo o que no va a intervenir en él, puesto que a pesar de no estar demandado, mediante comunicados oficiales a señalado que “sigue de cerca” el juicio iniciado en La Haya puesto que pudiera tener “implicancias” para Ecuador, reservándose la decisión de intervenir o no cuando Perú presente su memoria, incluso en esta oportunidad Correa declaró que “vemos con atención la controversia”, lo que indica que el tema le preocupa y sigue su desarrollo. 2. En cuanto al respaldo a La Haya de Correa, es forzoso interpretar estas declaraciones en su contexto, Ecuador estaba (aún esta) en plena crisis con Colombia, por ello no es de extrañar que abogue por la solución de los conflictos por la vía pacífica, del dialogo y del sistema jurídico internacional, ya que ese fue su discurso a lo largo de toda la crisis, y naturalmente no lo iba a cambiar en esta ocasión. 3. La no participación ecuatoriana en La Haya, siendo el punto más relevante de todos, debo reconocer que resulta algo desconcertante lo declarado por Correa, “no tenemos que ratificar ningún tratado existente ante La Haya”, ya que da la impresión que se esta restando de participar en dicho tribunal, como concluyó Belaúnde. Desconcierta también por lo declarado por la propia cancillería ecuatoriana un par de semanas atrás. Creo que esta infortunada declaración se debe al mal enfoque que le dieron los periodistas a la “ratificación” y por ende a las preguntas que le formularon a Correa. En estricto rigor, es efectivo lo declarado por Correa, Ecuador –de concurrir a La Haya- no lo va hacer para “ratificar” los tratados, ya que ellos siempre han estado vigentes, sino para afirmar que considera que son “tratados limítrofes marítimos”. No obstante creo que debemos estar tranquilos, puesto que lo medular es que la posición ecuatoriana es totalmente concordante a la chilena y Ecuador sigue de cerca el juicio, estando a la espera de la memoria peruana para adoptar una decisión al respecto.
6. En resumen se puede decir que Ecuador mantiene la postura que ha esbozado con anterioridad; considera que el diferendo marítimo es un tema bilateral (... por ahora), pero como puede afectar a Ecuador por versar sobre la interpretación de los tratados del 52 y 54, también suscritos por éste, ha seguido y seguirá de cerca el diferendo. En el fondo la postura de Ecuador a sido correcta, ajustada a los principios del derecho internacional, como históricamente lo ha hecho Ecuador: Por el momento, en base al principio de no intervención, Ecuador se mantiene distante del diferendo y no emite opiniones o comentarios directos ni a favor ni en contra de Chile o Perú, pero aquello no significa de modo alguno que el tema le resulta indiferente, sino todo lo contrario, le preocupa, sólo esta esperando conocer la memoria peruana y que la corte lo notifique -por ser parte de los tratados cuestionados por Perú- para evaluar en que medida afectará sus intereses y en base a ello, decidir su grado de intervención en el proceso, mientras aquello no ocurra, Ecuador seguirá respetando el principio de no intervención.
7. En el fondo, para valorar correctamente la postura ecuatoriana hay que diferenciar y tener presente dos ámbitos: Uno público, que esta condicionado por el principio de no intervención, que lo obliga ha abstenerse de emitir declaraciones o tomar partido por alguna de las partes y lo limita a abogar por la solución pacífica del diferendo, y otro ámbito es el interno, dado por el seguimiento que Ecuador viene haciendo de la pretensión peruana de revisar los limites marítimos, dado que sabe que el tema le afecta ya que Perú quiere impugnar los tratados que Ecuador considera establecen la frontera marítima con éste, y también en este ámbito, se encuentran las distintas declaraciones oficiales de Ecuador en las que se han encargado de dejar en claro que para ellos los instrumentos del 52 y 54 son “tratados” que establecen el “paralelo” como límite marítimo con Perú. Para graficarlo de mejor forma, en mí concepto hay que saber diferenciar entre lo que se “debe” decir con lo que “se piensa”.
8. Debo reconocer, como lo he hecho en otras entradas, la labor de Belaúnde, quién siempre es muy agudo en sus interpretaciones, inteligente en sus respuestas y siempre apunta a la médula del asunto, mientras que los otros opinologos que abundan en Perú se van por las ramas hablando huevadas y especulando sobre conspiraciones paranoicas del “cuco” del sur... realmente, más que ridículos son patéticos. No obstante, debo resaltar que en esta oportunidad Belaúnde se congratuló porque Ecuador “no piensa ser parte del proceso”. En una entrada anterior había manifestado mi extrañeza por la mala información surgida en Perú acerca de la posible participación de Ecuador en La Haya; en aquella oportunidad fue Belaúnde quién sacó el tema a la palestra señalando que Ecuador podría ser llamado a “informar” a La Haya, luego de la cuál, la tropa de opinólogos peruanos afirmaba categóricamente que la participación ecuatoriana sólo se limitaba a “informar por escrito”, lo que es incorrecto como demostré en aquella oportunidad, puesto que en conformidad al estatuto de La Haya, Ecuador puede intervenir en el proceso como “parte” del mismo, gozando de todos los derechos de las partes con la condición que la sentencia le resulta obligatoria.
9. En esta oportunidad, Belaúnde se atrevió, por fin, a señalar que Ecuador podría ser parte del proceso, actuar cono colitigante de Chile en La Haya, y probablemente lo hizo ya que interpretó las declaraciones de Correa en el sentido de que Ecuador no adoptará tal actitud, lo que revela que para el Canciller esto resultó ser un gran alivio, que no pudo contenerse de expresarlo. En verdad, esto demuestra que la gran pesadilla de Perú, el peor escenario que vislumbra, es que Ecuador decida hacerse parte del proceso y junto a Chile demostrar ante La Haya que Perú esta equivocado, que los instrumentos de 1952 y 1954 son tratados por los que se estableció el paralelo geográfico como la frontera marítima entre Chile-Perú y Ecuador-Perú. A lo largo de la historia, debido a la hidalguía de Ecuador –conforme argumentan los historiadores- este país jamás se ha inmiscuido ni menos sacado provecho de las conflagraciones entre Chile y Perú en donde el último siempre ha perdido, guardando siempre una estricta “neutralidad” de la cuál Perú a sido el gran beneficiado, pero que tan mal a pagado a la noble nación ecuatoriana a la que le ha cercenado por la fuerza de las armas cerca de la mitad de su territorio. Como hemos visto, en esta confrontación jurídica entre Chile y Perú, Ecuador, fiel a su tradición e historia, mantiene la neutralidad, pero espero que en esta oportunidad la abandone y decida entrar en esta conflagración jurídica como parte del proceso en apoyo a Chile, pero sobre todo, en defensa de sus propios intereses nacionales e integridad territorial que han sido amenazadas y desconocida por la actual pretensión peruana que no solo tiene por finalidad modificar la frontera marítima con Chile, sino que también modificar la frontera marítima con Ecuador como he puesto en evidencia en entradas anteriores.
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